
Las rabietas son una forma en la que el niño de corta edad expresa sus emociones fuertes antes de aprender a expresarlas de una forma socialmente aceptable.
Aunque pueda parecer que el niño está totalmente fuera de control, estas demostraciones de furia son una parte normal del desarrollo infantil.
Las rabietas a menudo se producen solo con los padres. Es una forma por la que el niño comunica sus sentimientos. A continuación os doy unos consejitos para tener en cuenta ante una de sus rabietas:
* Vuelve a tu tarea mientras dura su rabieta. No le regañes ni le grites, ni intentes hacer lo mismo que él (recuerda que eres su modelo).
* Si estabas conversando y te interrumpió, continúa haciéndolo.
* No le mires, ese será un motivo mas para prolongar su rabieta.
* Cuando su llanto disminuya, invitale a jugar, pasear, como si nada hubiera pasado.
* No cedas aunque haya logrado cansarte.
* Explicalé que estás cansado de sus gritos.
* Llevalé a otra habitación y aclárale que podrá regresar cuándo se tranquilice.
* No te preocupes, solo llora porque es muy buen actor y sabe que es la mejor herramienta para conseguir lo que quiere.
* Es indispensable que tu "no", sea "no" en todo momento, inclusive cuando haya visitas, estés cansado o fuera de casa.
Lo ideal es que nuestros niños desde muy pequeños, conozcan sus límites. Por esto, debemos recordar que no podemos ceder aunque nos cueste y nos duela; cuando el niño lo vea, comprenderá que no solo no gana nada, sino que además pierde tiempo de juegos, alegrias y recompensas.
Esto los ayudará a crecer, madurar y nos permitirá a nosotros formar personitas con las que será agradable pasar largos ratos juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario